top of page

Superar el miedo a hablar frente a una cámara



Si hay algo a lo que realmente tenemos miedo al ponernos delante de una cámara y que es de la cosas que menos nos podíamos imaginar, es a nosotros mismos. Si señores, lo que realmente nos aterra cuando vamos a hacer algún vídeo o a hacer alguna presentación en público es a juzgarnos, porque si hay algún juez peor para nosotros, ese eres tú.


Algunas personas parecen no tener miedo a las cámaras pero créeme siempre hay algo de inquietud y miedo de fondo. En mi caso es lo mismo, puede parecer que me pongo delante de la cámara y sale todo solo pero en realidad no es así.  Me lo preparo y muchas veces sale mal.  A veces me preocupo por la ropa que llevo, por la luz que no es buena como en el vídeo que incluyo, el sonido, lo que se ve detrás, si hago buena cara...  Y he pensado que haciendo este artículo mucha de la gente se dará cuenta que ‘no está sola’ y estará igualmente preocupada por lo que implica exponerse al público.  Estoy seguro que explicando cómo he superado yo esos obstáculos les será de ayuda y los animará a ponerse delante y compartir esas experiencias maravillosas que serán de ayuda a su audiencia.


Prepara el tema: Para algunos, esto significa escribir un guión completo. Para otros, significa bosquejar una estructura de guión, sin escribirlo al completo, y trabajar sobre esto.

Elige la que mejor se adapte a tu manera de trabajar. Pero hazlo. Y sobre todo, dedica tiempo al ensayo previo para que llegues a la grabación no sólo sabiendo de qué vas a hablar, sino con la capacidad de decirlo con fluidez.


Elige bien el lugar de grabación: Cuando grabas en un lugar en el que hay interrupciones frecuentes el nivel de estrés aumenta porque ves cómo pasa el tiempo y el trabajo no acaba.Si el lugar es tranquilo, podrás ir a tu ritmo y eso hará que el estrés no aumente de manera innecesaria. Decídelo con tiempo para evitar sorpresas el día de la grabación.


Recuerda que puedes editar: Puedes ir grabando cada parte poco a poco. En la edición podrás ponerlo todo junto y parecerá como si estuvieras diciendo el discurso completo de un tirón.¿Te equivocas? Repítelo. O mejor aún, continúa grabando a pesar del error y luego haz de nuevo la parte en la que te has equivocado. Cuando te liberas de la obligación de hacerlo todo en continuo y aceptas el hecho de que los errores se solucionan volviendo a grabar y editando, el proceso es más llevadero.


No te hagas caso: Tu visión de un vídeo en el que salgas está contaminada por la percepción que tienes de ti mismo.  Tú no te ves a ti mismo todo el día, ni tu cara, ni tus gestos… y tampoco te oyes como te han estado oyendo los demás toda su vida porque tu cuerpo es una caja de resonancia para tus cuerdas vocales que “ecualiza” tu voz.  Así que es normal que no te gustes cómo te veas y oigas.  Esa no es la cuestión.  La cuestión es que para los que no te conocen les da igual.  No tienen tus referencias de ‘cómo debe ser’ tu voz o tu cara.  Y para los que te conocen ellos van a ver y oír lo que ven y oyen todos los días de ti.  NO VA A HABER DIFERENCIA.  Así que la única persona que va a notar algo raro serás tú y esa sensación te quedará en el olvido cuando lleves algunos vídeos hechos.  Para entonces tu ‘yo grabado’ será una persona más y te dará igual sonarte y verte diferente.  Créeme porque este es el mejor consejo para perder el miedo.  Practica, grábate, mírate y escúchate tanto como puedas.  Acelerará el proceso y hará que te acostumbres más rápido.


 
 
 

Comments


Post: Blog2_Post

Tel: 3122601323

Subscribe Form

Thanks for submitting!

©2020 por Luis Romero, Dahiana Cardona y Lizeth Perez

bottom of page